Granadilla, en la provincia de Cáceres, es uno de los pueblos abandonados más impresionantes de la geografía española. Se trata de una preciosa villa amurallada, cercana a la Comarca de las Hurdes, construida sobre una península que resguardaba las aguas del embalse Gabriel y Galán. A mediados del siglo XX tuvo que ser desalojado al transformarse en zona inundable, por lo que los vecinos se vieron obligados a abandonar sus casas.